martes, 30 de noviembre de 2010

Yo - mano - dedo - ...

Una vez que hube estado en tales condiciones es que estuve al tanto de lo que se pudo suponer que pasaría. Y no es nada, sólo superstición y de la menos intencionada.

Entonces desperté sabiendo que no debía recurrir a lo mismo... Llegué a lo mismo y esperé, esperé más de lo que otras veces había esperado, o al menos así lo parecía. Fue talvez menos, pero llegando como con ese sentimiento.

Incalculable poder.

Entonces [siempre así, siempre otra vez] que decido que lo que sigue no merece mi tiempo, mi esfuerzo, mi preocupación. Dentro de poco me encontré en la casa que pago por poseer con la incertidumbre que quedó borrada al encontrarla hecha un desastre, desastre provocado por la remediada situación escolar y arreglado con esperanzada felicidad, disfrutando la libertad tallando los trastes.

Breve situación, breve sentimiento de encuentro de lo esperado.

No importa. No es lo que al fin y al cabo justifica.

Justifica el mail de “perdón” que pensaba enviar y que no envié gracias a que no caracteriza mi persona,,, Carácter mujer!! Es lo que me falta, y me sobra el puto orgullo que arraigado de lo más profundo de mis senos tengo.

Es hermoso el tiempo. Es hermoso verlo. Saber que uno lo construyó.

Pienso que, como todo, lo mío, no tiene por qué tener explicación. Sobre todo cuando cualquier otra cosa (y no es que sólo ahora sea así) es más importante que lo que a mí me lleva a tomar decisiones drásticas.

En fin, pensarlo de otra manera sería demostrar lo poco que he madurado y la falta de condiciones pertinentes para la toma de decisiones.

No es el punto, no es el argumento en contra, no esta vez.

Hace poco tiempo tuve la fortuna (y ahora sólo puedo hablar bien el respecto) de cumplir 25 años. Es un establecer contexto, no es queje. Y, después de cumplirlos, sentí, como cualquier ser humano normal, la pena de la carga de los años alrededor del cuerpo frágil y frágilmente soportado por su incipiente experiencia y quejas diarias. Decidí escribir, decidí dejarme llevar, entendiendo la máquina reproductora de letras como dulce allegada mía y quién más que ella podría ser mi perfecto confidente, cuando todos los demás, además de que sólo parlotean, se quedan ahí sin conclusión alguna, sin guardar, sin apetecer.

Lo único que lamento es la pendiente breve de mi departamento.

Intimídome, pues, poco con lo poco que de una máquina se puede esperar y comienzo escribiendo a pesar de que tengo un dedo discapacitado.

hace un rato justo el dia de su cumpleaños decidi quemar un pedazo de cuerda hilo impuro que contaminandose se desprendio de si mismo separandose en mechas con el calor necesario para propagar la luz que solo de la vela venia para depues salir volando en pequeñas particulas empecinadas a arder para luego perderse en la calma del consuelo de mi dedo mas grande dentro de mi mano mas diestra pus fue lo que de el saque junto con la imposibilidad de poder ahora escribir correctamente.... sabes en otro tiempo me hubiera negado rotundamente a escribir sin acentos sin consonantes sin puntuacion, sin tema…

En otro tiempo.

Ahora la herida es dura. Es una capa tras otra. Es lo que más protejo, pues aunque había estado tomando medicamentos para alejar la gripe de mi castigado cuerpo, pronto siguió siendo algo más, como siempre, como nunca se debe de dejar de esperar. El dedo punzante y olvidado, puesto que a conciencia fue puesto en reposo para su no infección, inflamación y amputación.

Mi novio ronca en mi lecho..... yo sigo olvidando..

Es un danzar la mano que insoportable a otros ojos sería.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Sobrevenido venido

Probablemente voy a perder, pero mis jugadas van a ser las más interesantes.