viernes, 22 de octubre de 2010

y de ti corriendo...

Bien, viendo viento en popa siguiendo.
Bien astuto, superfluo, condescendiendo.
Abasteciendo sanamente, dizque no interfiriendo.
Ando, ando yendo y no transgrediendo, total, sutil, inútilmente, falaz asistiendo.
Aunque cayendo nunca afligiendo, Sola sólo una solamente vez saliendo.
Azotando mientras ahora poco respondo.
Perfumando lo que no huela y oliendo lo que prescindiendo sensata aunque a veces, veces pocas, siento.
Acomplejada siendo.
Ando yendo y de ti huyendo.
Pena sin más y sin ti saliendo.
Acontezco aquí, ahora y siempre.
A pesar de ti, de ambos y de todos haciendo.
Sorpréndome y de todos escuchando, y aunque apetezco detesto y de ti no me plazco.
Esfuérzome diciendo, insinuando y haciendo, sobre todo no entendiendo.
Detesto esto a pesar de ello que de ti se mal entiende.
Y me doy a basto con tanto poco que de ti se pretende.

Duele de ti no recibir entendimiento.
En lo único que reparo es en tu queja permanente.
Mente sintiendo en mente fingiendo, siendo andando y de ti corriendo.

Escondo, abono y reconozco lo que en ti no encuentro.
Amanecer perfumada del mismo lecho en que apestando seguimos permaneciendo.
Lo que en soledad, ambos mejor entendemos.

Y a vómito mis manos oliendo.

Secas, aún despiertas temiendo.
Quiero dormir y no a tu lado permaneciendo.
Distante, insegura y orgullosa existiendo.
Porque a tu lado ya no he podido encontrar el consuelo.
Ni de secas manos, ni de hambriento cuerpo suplicando y gimiendo.
Odio odiando lo que a tu parecer general considera obstinado, pero concreto.
Denota lo que resultante de todo, viene en todos, advirtiendo.
Amo escribir cuando tú, solo, permaneces riendo.
Ríe ahora que sabes que no es pretexto.
Y cuando descubras la zozobra del amor intenso,
desearás haber entendido, conmigo, lo que en el presente inconsecuente por tus faltas muéstrase inmenso.
Ahógate.
Sigue fingiendo.

Impídeme diciendo que no hay más y que lo que sigue está ya por siempre y más intenso.

Destaco saliendo, de todos haciendo, en lo más que de nada recupero.
Lo que hago desencanta y lo que canto me lo aguanto enmudeciendo.
Empero estamos, a uno y otro lado, con calor sintiendo.
Asfixia asquerosa que sólo es por tu cuerpo.
No te necesito aquí.
No te quiero.